Zonas arqueológicas desconocidas

En México hay zonas arqueológicas desconocidas para muchos viajeros que resguardan edificios, arte e historia tan impresionantes como los que se pueden encontrar en los yacimientos más conocidos.

Si ya has estado en lugares como Teotihuacan, Tula, Chichen Itzá o Monte Albán, y quieres descubrir nuevos yacimientos que no aparecen tan seguido en las guías turísticas, tenemos algo preparado para ti.

Checa esta lista de zonas arqueológicas desconocidas o poco publicitadas. En ella encontrarás lugares con vistas espectaculares, arquitectura imponente y hasta escenarios que parecen haber salido de un sueño.

Yagul


Ubicada a 35 kilómetros de Oaxaca de Juárez, Yagul es una ciudad fortificada que data del Clásico Tardío. Considerada por historiadores como la sucesora de Monte Albán, esta ciudad tiene la peculiaridad de contar con pinturas murales tanto en pisos como en muros.

Los restos de su estructura principal tienen el aspecto de un laberinto lleno de vericuetos y pasillos interminables. ¡Un espectáculo a la vista!

Cómo llegar: Desde la ciudad de Oaxaca, tomar la carretera federal 190, hacia Tehuantepec. Al llegar a Tlacolula, a 1.2 km se encuentra la desviación que conduce al sitio.

Entrada: $95 MXN.

Lagartero, una de las zonas arqueológicas desconocidas de México

La zona arqueológica de Lagartero está ubicada en Chiapas, justo en la frontera con Guatemala y a 70 kilómetros de Comitán. Se considera que su época de mayor esplendor fue el Clásico Tardío, entre el 700 y el 900 d. C.

Hay varias cosas que hacen de Lagartero una zona arqueológica como ninguna otra. Para empezar, se encuentra en una isla, ubicada sobre los cuerpos de agua conocidos como Lagos de Colón. Quizá la característica más espectacular sea el aspecto de sus edificios, que a simple vista parecen estar “derritiéndose” o colapsando, como si estuvieran hechos de mantequilla que se derrite bajo el sol.

Este fenómeno se debe al tipo de piedra utilizada en su construcción. Las pirámides fueron edificadas con piedra caliza extraída de cenotes (pozos naturales), que es un material suave y poroso. Aunque esta piedra es fácil de trabajar, también es altamente susceptible a la erosión, especialmente en el clima húmedo de la región.

Cómo llegar: Desde Comitán, toma la carretera 190 a Ciudad Cuauhtémoc y en el kilómetro 57, antes de llegar al puente de San Gregorio Chamic, toma la desviación que conduce al ejido Cristóbal Colón. A 1.5 kilómetros del ejido Lagos de Colón, cruzando el Río Lagartero, se encuentra la zona arqueológica.

Entrada: $75 MXN.

Yohualichan

A menos de 10 kilómetros del Pueblo Mágico de Cuetzalan, Yohualichan es un yacimiento arqueológico que corresponde a la cultura totonaca. Se estima que su mejor etapa se vivió durante el Clásico Tardío.

La arquitectura monumental de estas ruinas hará que te preguntes cómo es que no habías escuchado mucho acerca de ella. La estructura principal cuenta con los típicos nichos de las edificaciones totonacas, que hacen que en días de viento se pueda escuchar un silbido cuando el aire los atraviesa.

Cómo llegar: Desde Puebla, tomar la carretera 140D hacia Xalapa, luego la carretera 129D hacia Teziutlán y después la carretera 129 hacia Cuetzalan. Un poco más adelante está la zona arqueológica.

Entrada: $75 MXN.

Tingambato, elegante entre las zonas arqueológicas desconocidas

Has escuchado acerca de zonas arqueológicas purépechas como Tzintzuntzan, Ihuatzio y Huandacareo. Tingambato, a pesar de no ser tan conocida, existió antes que todas ellas y sirvió como inspiración para su edificación.

Se trata de un asentamiento influenciado a todas luces por Teotihuacan, desde su arquitectura hasta el arte y motivos religiosos que se han encontrado ahí. Mucho antes de que los purépechas dominaran la región, esta cultura edificó una ciudad que serviría como modelo para los asentamientos tarascos del Posclásico.

La elegante arquitectura de Teotihuacan se puede percibir en la precisión y simetría de las pirámides, con sus plataformas armoniosas. Se han encontrado tres tumbas construidas bajo la plataforma principal con ricas y variadas ofrendas que hablan de la prosperidad de la ciudad.

Cómo llegar: Desde Morelia, toma la autopista Morelia-Uruapan, sal en la desviación San Ángel Zurumucapio y continúa hasta el entronque con la carretera 14 con dirección a Pátzcuaro.

Desde Pátzcuaro, toma la carretera federal 14 rumbo a Uruapan hasta ver los señalamientos de la entrada.

Entrada: $75 MXN.

Becán

Becán es tan imponente que te preguntarás cómo es que su nombre no es más conocido. Este asentamiento maya fue en su momento la capital de toda la región Río Bec, hacia el final del período Clásico. Se ubica en el sureste de Campeche, a 120 kilómetros de Chetumal y 265 kilómetros de Campeche capital.

Algo que distingue a Becán de otras ciudades mayas de su época es lo monumental y vertical de su edificio principal. Más que una pirámide, la estructura tiene el aspecto de un enorme castillo de dos torres.

Algunos detalles ornamentales que encontrarás en Becán son cabezas muy estilizadas de serpientes vistas de perfil, adornos calados en forma de tableros de ajedrez, cruces también caladas, adornos escalonados y series de tres tamborcillos en la base de los edificios.

Cómo llegar: Desde Chetumal, toma la carretera federal 186 rumbo a Escárcega. Después de Xpuhil y antes de Chicanná se encuentra Becán del lado derecho, junto al ejido del mismo nombre.

También se puede acceder desde la ciudad de Campeche, ya que está ubicada a la altura del km 146 de la carretera federal 186 (Escárcega – Chetumal).

Entrada: $80 MXN.

Chinkultic

A 45 kilómetros de Comitán, muy cerca de las lagunas de Montebello, esta ciudad maya descansa encaramada en la montaña. Se cree que tuvo su apogeo entre los años 750 y 900.

Gracias a los hallazgos arqueológicos que se han hecho, sabemos que el cenote y las lagunas cercanas formaban parte fundamental de las creencias y estilo de vida de esta comunidad, quienes sin duda atribuían un significado divino a la belleza natural que les rodeaba.

Al pararte en la parte superior de la pirámide principal, tendrás una vista espectacular que seguramente estaba reservada para príncipes y sacerdotes.

Cómo llegar: Desde Comitán de Domínguez, por la  Panamericana 190 hacia La Trinitaria, toma el desvío en el kilómetro 12 al Parque Nacional Lagos de Montebello y continúa 42 kilómetros. En el ejido Miguel Hidalgo, gira a la izquierda por un camino de 1.5 km para llegar a la zona arqueológica.

Entrada: Libre