Pasear por los callejones de San Miguel de Allende es una de las experiencias más encantadoras que puedes vivir en esta ciudad patrimonio. Da una vuelta por las estrechas vías empedradas de este destino colonial y sorpréndete con su arquitectura, paisajes montañosos, valles y senderos. Desde el Jardín Allende, ya sea por el Portal de Allende o por el de Guadalupe se llega a las calles de Correo o San Francisco, a partir de aquí, es desde donde uno se puede perder “descuidadamente”, si se va por Corregidora, San Antonio, Juárez, Jesús, Murillo o Quebrada, en todos los casos se van descubriendo siempre fachadas y recovecos encantadores. Sollano, Aldama, Dolores y Chiquito, algunos callejones de San Miguel de Allende que son ideales para perderse un rato. Al final del día, las calles del centro ofrecen maravillosas opciones para las cenas y los convivios nocturnos. El restaurante Pescaü, en la calle de Jesús número 21, es lo de hoy. Sus cocteles “Tongolele”, las tostadas de atún, el pulpo al ajillo, la paella y la pasta con mariscos son soberbios. Si prefieres la comida mexicana, en la calle de Corregidora número 6, el restaurante El Pegaso es una delicia, los chiles en nogada, los chilaquiles, los tacos de lengua y las carnitas son espectaculares.