El centro histórico de la Ciudad de México agrupa varios de los tesoros gastronómicos de la gran metrópoli. Entre estos destaca Caracol de Mar, que brinda una excelente opción para disfrutar de los frutos marinos el corazón de la CDMX. Desde la cocina y con gran destreza, el chef Álvaro Vásquez lidera a la tripulación que da vida a este restaurante. Ocupa el patio del hotel Círculo Mexicano, a espaldas de la Catedral Metropolitana. Una vez que tomas un asiento en Caracol de Mar, como si se tratara de magia, es posible olvidar todo el movimiento del exterior para dar paso al goce. Aquí reina la paz y es también un refugio para los acalorados.

Los sabores de Caracol de Mar

Es momento de consentir el paladar. Para hacerlo, son necesarios los ingredientes más frescos y de temporada. Con ellos el chef Vásquez da vida a platillos en los que puede saborearse su raíz peruana. Hay que probar el ceviche de pesca, preparado con leche de tigre, hoja santa y maíz cacahuazintle. Aquí también se prepara el pescado a la talla, arroz negro con calamares, romanesco con mole verde o la pesca con teriyaki de morita. Para darle una sorpresa al gusto, hay que pedir el ceviche de chayote o el camote al rescoldo. Para darle más sorpresas está el aguachile de camarón, la almeja con mantequilla o las tostadas de atún. Y por supuesto, los postres: el merengue de cítricos o el cheesecake de ciruela son imperdibles. Desde el bar las propuestas también son coherentes con la armonía de la cocina. Hay bebidas con y sin alcohol, entre las que podemos recomendar las cervezas artesanales, los mezcales o la coctelería de autor. Aunque es notable que aquí las estrellas son los ingredientes de sus platillos, no hay que dejar de reconocer la labor de todo el equipo humano que lo hace posible. La atención ofrece esa calidez y sensación de refugio que sólo el mar puede dar. Dónde: Guatemala 20, centro histórico, CDMX.