
Catedral Metropolitana
Es uno de los mayores tesoros artísticos de América. Debido a su periodo de construcción, resume en sí misma todo el arte del periodo virreinal.
El proyecto de la Catedral se debe a Claudio de Arciniega. Luce una triple portada barroca, en la que se mira a la Asunción de Nuestra Señora y a Jesús entregando las llaves de la Iglesia a San Pedro. En lo alto están el escudo nacional republicano, los escudos pontificios y las estatuas de la Fe, la Esperanza y la Caridad.
En el interior se suceden cinco naves con varias capillas. Hay que conocer la capilla barroca de los Santos Ángeles que sirve de basamento a la torre del campanario.
Atrae de manera especial el coro con su reja china y su facistol filipino hecho de tíndalo y ébano, adornado con bellas estatuillas de marfil. Los órganos lucen una estructura barroca.
El Sagrario Metropolitano, hecho de tezontle rojo y cantera blanca, es otra de las joyas que hay que mirar. Aparece a un costado de la Catedral y sirve como templo parroquial. En su fachada de estilo churrigueresco aparecen querubines, profetas, santos, mártires y la Virgen María. La cúpula, diseñada por Manuel Tolsá se corona con la llama del amor divino.
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