Zonas arqueológicas en Michoacán, un portal al imperio purépecha
Descubre las zonas arqueológicas de Michoacán y explora la historia del imperio purépecha, uno de los más influyentes en México prehispánico.
Foto: Gobierno de México
Las zonas arqueológicas en Michoacán son un portal en el tiempo que nos transporta a la grandeza del imperio purépecha o tarasco, uno de los más grandes y poderosos que existió en el México prehispánico.
En su apogeo, el imperio controlaba el territorio que hoy conforman los estados de Guerrero, Colima, Jalisco, Querétaro y Guanajuato. Pero fue Michoacán su cuna, capital y corazón geográfico y económico.
Descubre cuáles son las zonas arqueológicas en Michoacán que puedes visitar para conocer más a fondo la historia de los invencibles purépechas.
Tzintzuntzan, la más importante de las zonas arqueológicas en Michoacán
La gran capital de los purépecha llegó a ser una ciudad de 30 mil habitantes, que concentraba el poder político y económico del imperio.
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Lo que más resalta de las ruinas que se encuentran en el Pueblo Mágico del mismo nombre son las famosas yácatas. Estas estructuras circulares sobre plataformas rectangulares son únicas en todo el mundo prehispánico y demuestran una desviación significativa de la arquitectura que era popular en la época.
Además de esta gran plataforma, hay en el sitio otros cinco edificios pequeños y un museo de sitio en donde puedes ver algunas de las armas, artesanías y utensilios que han sido encontrados en la zona.
Ihuatzio
Junto a Pátzcuaro y Tzintzuntzan, Ihuatzio fue una de las tres ciudades más importantes del imperio. Se cree que en esta ciudad se guardaba el tesoro de los purépechas.
Los edificios de la zona arqueológica son muy fotogénicos, ya que presentan una arquitectura elegante y armoniosa. El rasgo más característico de Ihuatzio son los huatziri, o muros calzada. Se trata de caminos elevados que se cree que servían para delimitar espacios y como senderos al interior de la ciudad.
También podrás ver un espacio cuadrangular abierto que se conoce como Plaza de Armas. No se sabe exactamente cuál era su uso, pero se cree que pudo haber sido un mercado o incluso una cancha de juego de pelota.
Tingambato, bella entre las zonas arqueológicas en Michoacán
En las colinas de la región lacustre de Michoacán, Tingambato emerge como un importante sitio arqueológico con claras influencias teotihuacanas. Esta zona, habitada antes del apogeo del imperio purépecha, es conocida por su urbanismo ordenado, con plataformas y templos que reflejan la sofisticación arquitectónica de su tiempo.
Entre los elementos más destacados está su pirámide principal, acompañada de un patio ceremonial rodeado de estructuras menores. El lugar también cuenta con tumbas que revelan prácticas funerarias complejas y ricas ofrendas, dando pistas sobre las creencias religiosas y sociales de sus habitantes.
Huandacareo
También conocida como La Nopalera, no fue una ciudad grande pero sí un importante centro administrativo y ceremonial para el Imperio purépecha.
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Además de dos pirámides en forma rectangular, también se pueden apreciar las ruinas de un edificio circular tipo mirador y las famosas yácatas que caracterizan a la arquitectura purépecha.
Huandacareo tuvo en realidad dos períodos de apogeo. El primero se dio a partir del siglo VII y tenía una clara influencia teotihuacana. La ciudad fue abandonada y así permaneció por muchos años, hasta que los purépechas la ocuparon en el siglo XIV.
Tres Cerritos
Junto al Lago de Cuitzeo, esta zona arqueológica resguarda las ruinas de lo que alguna vez fue un centro funerario, religioso y habitacional para los purépechas.
Sabemos que los pobladores tenían creencias muy elaboradas con respecto a la muerte, gracias a las ofrendas y a la distribución de los elementos encontrados en las tumbas.
Hay tres estructuras en lo alto de una colina, las cuales le dan su nombre al lugar. También se puede visitar un adoratorio y una plaza central.
Zirahuato (San Felipe de los Alzati)
Aunque la arquitectura de este lugar revela que se trataba de una población perteneciente a la cultura matlatzinca, este pueblo estaba aliado con los purépechas y esta ciudad en particular cumplía una función muy especial para el imperio.
Por su ubicación geográfica, en lo alto de un cerro, Zirahuato funcionaba como un puesto de vigilancia que servía varios propósitos. Uno era el de controlar el paso de grupos de mercaderes para garantizar el comercio de productos entre el centro y el occidente. También se usaba como punto estratégico para la defensa del territorio.
Esta zona arqueológica se localiza al oriente de Michoacán, muy cerca de Zitácuaro.
El Imperio purépecha no es tan conocido como el de los aztecas o mexicas, pero lo cierto es que era un reino grande y próspero. Explorar estas zonas arqueológicas en Michoacán es revivir la grandeza de este pueblo, uno de los más importantes del México prehispánico.