Piedras que brillan en las grutas Cristal

El Pueblo Mágico de Zimapán es la referencia más cercana para acercarse a estas grutas, que son una verdadera joya escondida, para aquellos que gustan de la aventura y la naturaleza. Vale explorar la cueva para acercarse a admirar sus estalactitas y estalagmitas en un museo natural.

Las formaciones rocosas que dan marco a esta cueva dejan ver grandes cámaras con piedras de variadas formas y tamaños, de donde surgen o se desprenden las estalactitas y estalagmitas respectivamente. Por su geología y el tamaño de estas formaciones, se sabe que la cueva es relativamente más 'nueva'.

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Los habitantes confirman que por ahí había agua y que, en algún momento de ruptura de un extremo, el agua desahogó el sitio, dejando algunas filtraciones que fueron moldeando su interior con residuos minerales que le han dado nombre a esta caverna.

Algunas variedades de estalagmitas y estalactitas

Hay una gran variedad de formaciones y algunas reciben nombres particulares como:

• Los macarrones son tubos rectos de unos milímetros con conducto interior. Pueden alcanzar metros de longitud.
• Las piñas o estalactitas bulbosas se forman cuando una estalactita crece sumergida en agua, creando una punta.​
• Las estalactitas deflectadas o anemolitos se forman por corrientes de aire que hacen que la estalactita crezca con cierta curvatura.
• Ubres, nabos o remolachas son la unión de un escudo o plataforma con una estalactita.​

¿Cómo llegar?

Para llegar desde la Ciudad de México, te tomará un tiempo de casi 3 horas y media en auto hasta el Pueblo Mágico Zimapán, Hidalgo, donde las cuevas de Cristal se encuentran escondidas en el cañón del Infiernillo. Se ubican cruzando la carretera a San Antonio-Xajhá.