Este restaurante de buen ambiente surgió en 2015 con una propuesta autodenominada Cali-Baja, mezclando la comida estadounidense con la mexicana, para muestra tiene el mac & cheese con chorizo y pulpo. Con este mismo molusco preparan su platillo estrella: la torta de pulpo enchilado. “Mi comida invita a platicar, a compartir”, afirma Ruffo Ibarra, chef y copropietario.

Todos los productos utilizados son de la región. Tan frescos son que el restaurante carece de cámara fría con el propósito de estar moviendo todo. Gran parte de la carne viene de Mexicali; los borregos y cerdos son de Tijuana; de Ensenada, todas las verduras. El erizo que usan en la crema de elote es extraído en Popotla.