Es la primera cervecería que se asentó en el Valle de Guadalupe hace casi 5 años. No solo atrajo la atención por este motivo, también por el audaz perfil de su edificio, diseñado por el arquitecto José Antonio de los Santos Bolívar.

Sus fundadores, Carolina Armijo de Vega y Lewis McAnally, comenzaron haciendo cerveza casera y con pequeños equipos hacia 2008, sin dejar sus puestos de bióloga y oceanólogo respectivamente en la Universidad Autónoma de Baja California.

Al paso de los años fueron mejorando sus caldos hasta comenzar a vender a restaurantes y bares. Su cerveza es deliciosa, entre las más populares son Zarina, una Russian Imperial Stout, y Diosa, una Indian Pale Ale. Otras dos de línea son Diva, una English Pale Ale, y Rebelde, una American Pale Ale. Aparte de dichos estilos clásicos, elaboran cervezas de temporada como una de calabaza para el otoño o una navideña que sabe a ponche con alcohol.