Ensenada
Ensenada es un destino que ha llamado la atención de los viajeros por su deliciosa gastronomía, maravillas naturales y extensos viñedos. Aquí podrías comer Cocina Urbana o Baja Med, mientras tomas un exquisito vino del Valle de Guadalupe.
En sus alrededores te esperan maravillas naturales como La Bufadora, con un enorme géiser marino, y entre diciembre y mayo, podrás observar a la ballena gris.
El tiempo, las montañas y el mar se encargarían de convertir la Bahía de Todos Santos en un puerto de altura y al poblado de Ensenada en una ciudad que aprendió a subsistir primero de la pesca, después del turismo. La ciudad atesora recuerdos, plazas coloridas y un puerto a veces nostálgico y a ratos saturado de movimiento, de anclas buscando asirse, ya sean los pescadores de vuelta con las redes llenas o los turistas descendiendo de algún crucero.
Las playas de este bello puerto regalan paisajes de ensueño y diversas actividades para todos los gustos. Los más atrevidos disponen de un buen oleaje para practicar surf o windsurf; quienes son más contemplativos podrán dar largos recorridos en lancha o velero; los apasionados a la pesca encuentran en las aguas de Ensenada los mejores ejemplares. También hay momentos que invitan al golf y al ciclismo sin dejar la brisa, la arena y la aguas del Pacífico. La calidez del mar atrae cada año a uno de los huéspedes más esperados: la ballena gris. Aquí siempre es momento para perder la mirada en el océano, a veces claro, a veces oscuro. Aquí todos viven del mar; en sus aguas existen lo mismo granjas acuícolas donde se cría atún, mejillón y abulón. El clima mediterráneo ha maridado con la aridez de la península y ha hecho prósperos sus valles en la reproducción de extensos cultivos de vides y de lúpulo; de huertos orgánicos cuyos productos dictan la gastronomía de la región; en ranchos ganaderos distinguidos por su elaboración quesera.