¿Qué le pasó a la iglesia de Santo Tomás de los Plátanos?
¿Cómo fue que esta iglesia terminó bajo el agua y quién le puso ese extraño nombre al pueblo? Si quieres visitarla aquí te decimos cómo y todo lo que puedes hacer a su alrededor.
Foto: Conociendo Santo Tomás de los Plátanos
Santo Tomás de los Plátanos es conocido por un paisaje tan misterioso como bello: por encima de la superficie de la presa Santa Bárbara, asoma una solitaria torre. Es lo único que queda de lo que alguna vez fue la iglesia del pueblo.
¿Cómo fue que esta iglesia terminó bajo el agua? ¿En dónde está y qué más se puede hacer al visitar la zona? ¿Quién le puso ese extraño nombre al pueblo? Sigue leyendo y descúbrelo.
Breve historia de Santo Tomás de los Plátanos
El poblado se ubica a 30 kilómetros de Valle de Bravo, en el Estado de México. Pero el pueblo que existe hoy, es la nueva versión de un pueblo del mismo nombre que solía estar otros seis kilómetros hacia el suroeste.
El Santo Tomás original se fundó junto a lo que era un asentamiento prehispánico, en las décadas siguientes a la conquista. El mismo Vasco de Quiroga le otorgó el nombre de Santo Tomás en honor al apóstol de Jesucristo. Lo de “los plátanos” viene de los cultivos de frutales que prosperaron en la zona, entre ellos el banano.
El tiempo transcurrió sin grandes eventualidades para este pueblito, hasta que llegó el año 1956. El presidente Adolfo Ruiz Cortines construía las presas de lo que sería la primera etapa del Sistema Cutzamala y Santo Tomás era el lugar perfecto, debido a su topografía.
Con las noticias de que el pueblo sería inundado para dar paso a la presa, los habitantes evacuaron hacia un nuevo asentamiento, del cual todos los edificios fueron construidos por la Comisión Federal de Electricidad.
Del antiguo pueblo no quedó nada, excepto por la torre de la iglesia original, que hasta el día de hoy persiste como un recuerdo vivo. Los más viejos dicen que la razón por la cual la torre permanece es que fue construida con un poderoso cemento hecho de cal, piedra, arena de la más fina y sangre de animal.
Qué hacer en la Presa Santa Bárbara
Además de fotografiar la belleza de la resiliente torre, en la presa puedes tomar un paseo en lancha o practicar pesca deportiva, ya que es uno de los mejores lugares en todo el centro de México para esta actividad.
A lo largo de la orilla de la presa hay varios restaurantes, en donde se vale sentarse a disfrutar una mojarra frita, pescada ese mismo día. También se puede hacer senderismo alrededor de la presa.
Qué más hacer en Santo Tomás de los Plátanos y alrededores
El nuevo pueblo también tiene su encanto, comenzando por su plaza central, la cual cuenta con un quiosco en el centro y un bonito jardín para pasear y tomar fotos.
También en la plaza hay una curiosa fuente con una réplica de la iglesia sumergida en la Presa Santa Bárbara. ¡Todo un símbolo del pueblo!
Sin embargo, el atractivo principal es la naturaleza que rodea el pueblo. Específicamente, la Barranca del Diablo con su precipicio de 400 metros de profundidad. El mejor lugar para apreciarlo es el Hotel El Mirador, desde donde puedes tener espectaculares vistas de la sierra y los valles alrededor. También podrás descender por un sistema de escalones hasta un puente colgante que se encuentra entre los más altos de la región.
No te puedes perder la Cascada de Ixtapatongo, la cual forma parte del río Tilostoc y tiene una caída de 30 a 40 metros. En esta espectacular atracción natural te puedes refrescar y relajar después de una expedición a través de los cerros de Santo Tomás.
Aprovecha tu viaje a Santo Tomás de los Plátanos para probar las delicias locales, como el mole de guajolote con tamales nejos o de ceniza, o las carnitas de cerdo que se sirven con salsas picantes, arroz y frijoles refritos.
¿Cómo llegar?
En auto, desde Valle de Bravo, toma la carretera Toluca-Valle en dirección norte. Luego de atravesar los pueblos de Los Colorines y San Nicolás Tolentino, llegarás a Santo Tomás.
También salen autobuses desde Valle de Bravo.
Hoteles en Estado de México
