Oaxaca tiene mucho que ofrecer. Todos regresan de sus tierras enamorados de su clima, su arte, sus textiles, su música, su gente y por supuesto, su comida. En la
CDMX hay un rinconcito de este hermoso estado del sur de México para poder disfrutar de su gastronomía con uno de sus mejores representantes: Pasillo de Humo.
Pasillo de Humo, un oaxaqueño en la CDMX
El restaurante toma su nombre del pasillo de humo en el
Mercado 20 de Noviembre de la
ciudad de Oaxaca, la capital del estado. Este lugar es famoso, porque ahí se consume la carne fresca y cocinada a la leña, en los fogones que llenan de humo el pasillo. Es un espectáculo ver entre los rayos del sol que entran por su estructura y el fuego que ilumina cada estación como si se tratara de un escenario teatral. Y qué decir de los platillos que aquí se saborean, ¡una experiencia sin comparación!
Pero mientras eso pasa en la capital oaxaqueña, en la Ciudad de México también posibilidad de degustar la gastronomía que le ha dado fama al estado, con mezcal includo. Pasillo de Humo es el proyecto hermano del restaurante Las Quince Letras de la chef Celia Florián, también fundadora y presidenta de la
Asociación de Cocineras Tradicionales de Oaxaca.
El restaurante está a cargo del chef Alam Méndez, hijo de Celia, por eso es que uno llega con la seguridad (y emoción) que la sazón y la sangre oaxaqueña estarán presentes para consentir corazón y estómago.
Los imperdibles del menú
La carta tiene los básicos de la gastronomía oaxaqueña, ideales para probar lo que la ha hecho grande. Ofrecen de entrada molotes istmeños, chilitos pasilla rellenos o los tradicionales chapulines. No pueden faltar los moles, con algunos de los más famosos, aunque el negro es imperdible. También están los antojitos de maíz que se preparan al comal y a vista de todos, como la famosa tlayuda, ideal para compartir.
También hay desayunos, que incluyen uno de los favoritos oaxaqueños: las entomatadas con tasajo. Para empezar el día a veces no hace falta nada más que alguna de las delicias de su panadería, que por supuesto incluyen el pan de yema, para "chopear" en chocolate de agua.
Entre sus postres están los tamalitos, que son una delicia para volver por ellos en cualquier tarde, acompañados de un café o un chocolate. También le va muy bien el mezcal o alguno de los cocteles que lo llevan. Hay que preguntar por la recomendación para que el maridaje sea un éxito, ¡aunque seguro lo será, todo es delicioso!
Pasillo de Humo | Nuevo León 107, Condesa
