En las faldas del volcán Ceboruco, 'El gigante negro', se encuentra El Rincón del Campesino, un restaurante para disfrutar los sabores del campo bajo la sombra de un tamarindo. Es un espacio abierto y estar ahí es como visitar la casa de un familiar y almorzar en su patio cualquier domingo. La sensación es totalmente familiar y reconfortante. Es un lugar de paso obligado antes o después de visitar el volcán, por lo que la comida de aquí resulta como gasolina para la actividad, pero también un abrazo al corazón. Sus sabores son muy profundos, aunque vengan de recetas muy sencillas, esto se debe a la calidad de sus ingredientes, que ellos mismos siembran, cosechas y procesan, como en el caso del maíz para las tortillas que todos los días elaboran. El Rincón del Campesino es un homenaje a la comunidad en la que se encuentran, Coapan, pues es una tierra de agricultores y ganaderos. También en su nombre llevan algo muy local, pues ellos denominan los distintos lugares ahí, como rincones.

El Rincón del Campesino con sabor de hogar

La familia que aquí atiende lo hace con el mismo cariño con el que los agricultores cuidan sus cultivos. Este es un suelo muy fértil pues el volcán a nutrido con ceniza los campos, y esa misma tierra volcánica está en todo el piso del restaurante. Aquí las tortillas saben a gloria, y debes comerte por lo menos una, así sola, para entender el sabor del verdadero maíz. Las siguientes tortillas servirán para que eches taco, porque los guisados son realmente sabrosos. Cada semana hay una propuesta nueva, y se sirve en buffet, así que si eres de buen diente este será tu paraíso. Frijoles de la olla, nopalitos del cerro, tomates tatemados en las brasas, carne fresca y asada al carbón, salsas de molcajete, quesos frescos y postres tan sencillos, pero que no podrás dejar de comer. Hay gorditas de requesón y nieve de calabaza cuando es temporada, pero aquí siempre podrás probar algo nuevo acompañado de un café de la olla. Además, puedes extender tu estancia en El Rincón del Campesino, porque puedes jugar con un tompis, una suerte de pelota hecha con hojas de maíz, con más parecido a una cebolla. Es un juguete tradicional de Jala y que puede jugarse como el ping-pong usando la mano como paleta. Dónde: Camino al volcán, Coapan, Jala, Nayarit. Abierto sábados y domingos.