Descripción:
Yucatán fue evangelizado por los franciscanos y hoy se miran templos virreinales de los frailes menores en todo el estado. Pocos saben que escondidas, entre el rico legado maya yucateco hay docenas de hermosas iglesias y conventos que detrás de austeras fachadas, altos muros y rizadas espadañas resguardan increíbles altares barrocos. Sin embargo, es en la región centro sur donde se encuentra un grupo de ellos que por su belleza y cercanía de unos con otros forman la llamada “Ruta de los conventos”.
Puede decirse que Maní se ubica en la parte media de este recorrido. Al sur están Tekax con su ex Convento y Parroquia de San Juan Bautista del siglo XVII; le siguen Oxkutzcab y la Iglesia de San Francisco de Asís con un soberbio retablo barroco decorado con esculturas y relieves en madera; y Ticul presume el ex Convento de San Antonio de Padua.
Hacia el norte, con rumbo a Mérida la ruta continúa en Teabo donde se aprecia el ex Convento de San Pedro y San Pablo con su antigua capilla de indios; le sigue Chumayel, con su capillita de la Purísima Concepción del siglo XVI. Fue aquí donde se encontró el famoso ejemplar del Chilam Balam, un texto escrito en caracteres latinos que relata la antigua historia y los mitos de los mayas y hoy es una de las principales fuentes para entender la cultura de este pueblo. Muy cerca está Mama y su bello templo de color rojo dedicado a la Asunción de Nuestra Señora. Más adelante está Tekit con su Templo de San Antonio de Padua del siglo XVI. No hay que perder de vista retablo del altar mayor de estilo churrigueresco y vivos colores. Tecoh presume la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, en su presbiterio ostenta un gran retablo churrigueresco policromado con óleos de los arcángeles. Finalmente se llega a Acanceh, en su centro se levantan dos bellas iglesias del siglo XVI: la Parroquia de Nuestra Señora de la Natividad y la Capilla de la Virgen de Guadalupe. Sin embargo, también ahí se asoman imponentes ruinas prehispánicas.