Es una construcción que debe conocerse. Fue construida en el siglo XVI, cuando este sacerdote lo mandó edificar desde las cercanías de Zempoala, en Hidalgo. Medía alrededor de 40 kilómetros y la construyeron en 17 años. Gracias a esta obra de ingeniería y arquitectura excepcional, el agua nutrió a la sedienta Otumba durante 200 años y viajó de un lado al otro sobre la barranca. En algunos lugares la arquería alcanza los 39 metros (el equivalente de una torre de más de diez pisos) y también en algunas partes, sobre las rocas basálticas, se ven glifos, fechas o inscripciones del antiguo método de escritura que parecen pertenecer a los pueblos que participaron en su construcción.