Capulálpam
Su magia
Es una de esas localidades que están cerquita del cielo y no solo por su altitud, 2,000 metros, sino por su gente, sus paisajes y sus construcciones que conviven en perfecta armonía. Rodeado por cerros y bosques, y circundado por nubes blancas, quien anda por Capulálpam se sentirá de inmediato en un pueblito alpino que muestra mucho de su colorido indígena. Sus habitantes hablan zapoteco y se enorgullecen de sus raíces, también profesan un gran respeto por la naturaleza.
El motivo
Templo de San Mateo Discípulo
- Visitarlo es como retroceder en el tiempo, pues conserva la decoración original de los dominicos, que se caracterizó por sus coloridas flores de lis.
- Su edificación inició en el siglo XVI, y, como consta en el medallón de la entrada, se inauguró el 20 de abril de 1731.
- Tiene 14 valiosos retablos de madera. Unos dicen que fueron elaborados ahí mismo y otros, aseguran, fueron traídos de varias regiones de la Sierra Norte.
Lo básico
Hacerse una limpia en el Centro de Medicina Indígena Tradicional.
Imprescindible
- Escuchar un concierto de Marimba Nueva Esmeralda con niños locales.
- Ver el amanecer desde el Mirador La Cruz.
- Probar las delicias que ofrecen las familias los domingos en los portales del centro.