Frente a la Plaza Valentín Gómez Farías se levanta una barda rematada con celosía de tabique que sirve de límite al atrio; el cual tiene un pequeño jardín con bancas de madera y altos pinos.

La parroquia de estilo barroco es del siglo XVII; luce una portada en cuyo centro hay un gran relieve de la Virgen de Guadalupe. En cada lado se levantan las torres del campanario.

El interior se conserva maravilloso; llaman la atención los espléndidos candelabros, así como la decoración de sus bóvedas, cúpula, coro y vitrales polícromos que muestran cómo la Virgen de Guadalupe se le apareció a Juan Diego.

Al fondo, destaca el altar de estilo neoclásico con la imagen guadalupana y un cristo dorado.

Además de oficiar misas y celebraciones especiales, en esta parroquia hay nichos.