Desde 1981 este espacio museístico armoniza con el entorno del bosque de Chapultepec al contar con una forma de pirámide que recuerda la herencia prehispánica.

Para su construcción, Rufino Tamayo pidió a González de León y a Zabludovsky hacer el proyecto, para el cual visitaron diversos museos alrededor del mundo. Su particular diseño y las soluciones plásticas y funcionales le valieron el Premio Nacional de Ciencias y Artes, a ambos arquitectos, en el rubro de las Bellas Artes.

Aquí es posible apreciar lo más representativo del arte contemporáneo internacional, la colección de arte moderno y contemporáneo de Olga y Rufino, y la obra del fundador.

El museo resguarda alrededor de 300 obras de arte moderno que representan los cambios sucedidos en la cultura internacional a partir de finales del siglo XIX. La colección de arte contemporáneo se formó a partir de la década de 1990 y pretende dar continuidad a uno de los objetivos iniciales de Rufino Tamayo: exhibir obras contemporáneas que reflejen el espíritu de la época actual.