A 50 minutos del Pueblo Mágico de Ajijic, se encuentra la localidad de Mezcala, un pequeño pueblo en la Ribera de Chapala, el lago más grande de México. Desde este pequeño poblado, se toma una embarcación para llegar a la Isla de Mezcala,
La historia de la Isla de Mezcala
La Isla de Mezcala es el testamento de una larga historia donde chocan las culturas, las leyendas y los fantasmas. Y es que esta porción relativamente pequeña de tierra ha sido testigo de acontecimientos ancestrales. De hecho, se cree que fue un centro de culto para las civilizaciones de Jalisco desde su fundación en el año 1280. Prueba de esto es que en la isla se encontraron rastros precolombinos como puntas de obsidiana, ornamentos y piezas cerámicas de una civilización asentada en Guachimontones. Más adelante, esta isla fue utilizada como punto estratégico por el ejército colonial. Se había construido un fuerte para alojar tropas de defensa. La isla de Mezcala también tuvo su participación en la guerra de Independencia, pues aquí se alzo un movimiento independentista que simpatizaba con Hidalgo. Finalmente, el espacio fue utilizado como presidio en la década de los 80's. Se dice que aquí llegaban los criminales más temidos acusados de violación.Lo que puedes ver en la isla:
- El fuerte, el cual fue fundado en el año 1815, y dejaría de funcionar en 1855. Este es el principal atractivo de la isla. En este lugar se alojaron a los presidiarios. Se dice que en los dormitorios albergaban aproximadamente 20 o 30 presos por habitación.
- La escultura de la Virgen de San Juan de los Lagos. Este lugar es espectacular para fotografías, pues dicha escultura se encuentra debajo del Árbol de la Vida, el cual representa con sus raíces y su tronco a la figura de un elefante.
- También puedes ver la capilla, en este críptico lugar se llegaron a hacer "ayunos voluntarios" de 3 días
- Y para los más aventureros, los fantasmas que viven el "El cuartel viejo". Dice la historia que en esta parte de la isla se fundía el material con el que se hacían bolas de cañón.
