Tu aventura comenzará por un bello sendero cubierto por la sombra de hermosos álamos, que sigue al Río Escanela. Tendrás que sacar tu lado aventurero brincando sobre las rocas con musgo, cruzando improvisadas escaleras, e incluso andando en el mismo cauce del río.
Tras esta caminata, te aguarda El Cañón de la Angostura, que como su nombre lo dice, el desafío es ir sobre un caminito angosto pegado a las paredes de piedra pasando sobre el río.
El recorrido debes llevártelo con calma, disfrutando del cantar de las aves, el croar de las ranas y la música del agua recorriendo su camino; incluso nadando un poco en las pozas naturales, que sorprenden por su bello color azul turquesa.
Tras unos treinta minutos verás Puente de Dios, un encantador paraje donde podrás refrescarte en el agua. Esta pequeña cueva con estalactitas de las que gotea agua es sin duda la postal perfecta.