Cuando se planeó su construcción, se concibió como un gran hotel, el Hotel de México. Sería inaugurado en 1968 para las Olimpiadas y tras varias décadas iniciaría su historia como World Trade Center; uno de las torres más altas de México, con 207 metros de altura y 50 pisos. Y una de las torres con más servicios: centro de exposiciones y convenciones, centro cultural, complejo de oficinas, tiendas, entre otros.

Uno de sus distintivos es Bellini, que ostenta el récord Guiness como el restaurante giratorio más grande del mundo. Solo hay que llegar al piso 45 para conocerlo y esperar unos 45 minutos para tener la panorámica de 360 grados.

Hace siete años, a este gran complejo, se agregó el Pepsi Center; un espacio para diversos eventos, desde exposiciones hasta banquetes, y un auditorio con capacidad de hasta 7,500 espectadores.

Recientemente, este rascacielos que en su momento fue el edificio más alto de Latinoamérica, acaba de cumplir un cuarto de siglo.