Descripción:
Tres mansiones coloniales y un molino de azúcar se transformaron en este lujoso hotel acompañado de espesos jardines y decorado con arte colonial donde predominan los exvotos e imágenes de santos. Confort y lujo impregnan cada rincón del hotel con 34 habitaciones decoradas cuidadosamente con antigüedades, obras únicas y una colección de santos. Disfruta de armónicos momentos en el SPA La Dulce Vida. El trato del personal es excepcional, las instalaciones impecables y el precio va de acuerdo al servicio que se recibe. Por las tardes puedes dirigirte a la Cantina Zapata, dentro del mismo hotel, que ofrece más de 500 diferentes tequilas para degustar y el licor de la región por excelencia, el bacanora.