Descripción:

Año con año se celebra esta fecha con mucha devoción a los difuntos; se procura ofrecer los alimentos y objetos preferidos por ellos en vida, para que vuelvan a gozar durante su breve visita. La comunidad construye en casa los altares, con los niveles que representan aquellos que debe atravesar el alma para poder llegar al descanso o paz espiritual. En la ofrenda no debe faltar el arco de flores de cempasúchitl, que simboliza la puerta de entrada al mundo de los muertos; los elementos aromáticos que simbolizan la purificación del alma y la representación de los cuatro elementos primordiales de la naturaleza: fuego que es la guía del alma, agua para calmar la sed del espíritu, tierra y viento con papel picado o cadenas de papel en color amarillo y color morado que representan la dualidad entre la vida y la muerte.