Muy cerca de las ruinas del Antiguo Abasto encontrarás la Plaza Zaragoza, un espacio rodeado por edificios antiguos que permiten imaginarnos cómo era el pueblo en la época de su fundación y mayor apogeo. Camina entre sus casonas bien conservadas y visita la biblioteca, que es también la Casa de la Cultura. Algunos edificios han sido restaurados, como es el caso de las oficinas de la delegación, que reconocerás por su gran torre.