Erigido sobre una colina que domina la ciudad, este templo, que data del siglo XVIII, es testigo del glorioso pasado minero de la región. Fue construido entre 1775 y 1788 con las ganancias de la mina de plata La Valenciana, una de las más productivas del mundo en su momento. Su bella fachada fue construida en cantera rosa con un estilo barroco churrigueresco. Su interior, ricamente adornado, alberga retablos dorados en el altar, así como un púlpito con incrustaciones de marfil y maderas preciosas. ¡No dejes de admirar su gran órgano!