Descripción:
En 1931, el neoyorquino William Spratling estableció su primer taller en la calle Las Delicias, así comenzó la tradición joyera que da identidad al pueblo. Si se quieren conocer las piezas arqueológicas que el estadounidense William Spratling atesoró en vida, hay que acudir ahí, además, se encuentran reproducciones de numerosas joyas y utensilios que el propio William diseñó. Pulseras de hilos de cobre y plata, cucharones y cajas, dijes con incrustaciones de malaquita relucen detrás de las vitrinas.