Descripción:
Su construcción la debe a los dominicos, pronto se volvió uno de los centros más importantes de educación religiosa. En el interior, el altar principal presume un retablo ornamentado en oro, dedicado a San Jacinto. También se miran pinturas de los siglos XVII y XVIII y otras obras de arte religioso. La fachada luce un escudo de la orden de Santo Domingo de Guzmán; su puerta de madera es del siglo XVII y conserva las bisagras originales de hierro forjado. De aquellos años, todavía está una de las primeras cruces labradas en México.
Es un templo sencillo de bella arquitectura realzado por abundantes jardines. Como aquellas plantaciones de vegetales organizadas por los dominicos para alimentar a los habitantes de la recién formada Ciudad de México. En un paseo por San Ángel, la Parroquia de San Jacinto invita a contemplarse y a encontrar la paz en su atrio. A pesar del tiempo aún conserva su aire tranquilo.