Descripción:
La casa donde vivió María Sabina se encuentra al final de la calle que sube al Cerro de la Adoración o del Fortín. Allí habitó durante diez años, y en ese periodo realizó rituales con hongos alucinógenos en su interior. Hoy acoge un museo dedicado a la memoria de esta respetada sacerdotisa y poetiza mazateca. En sus muros verás exhibidas fotografías de María Sabina con algunas personalidades internacionales que la visitaron. También verás pinturas inspiradas en ella o en los viajes realizados con hongos, así como una habitación que reproduce su cocina. La parte trasera cuenta con un espacio para acampar y un temazcal que en lugar de estar hecho con barro o adobe, se compone por ramas fragantes de árboles. Muy auténtico.