Esta casa vinícola apenas ha comenzado a elaborar un nuevo vino, a pesar de que su historia inició hace casi 70 años.
En 1946, el inmigrante español oriundo de Santander, Pedro Saro Martínez, fundó la empresa Bodegas Capellanía en Ramos Arizpe, Coahuila, 15 kilómetros al noreste de Saltillo.
La empresa prosperó y desarrolló su propia historia a mediados del siglo XX. Su bodega es ahora la casa de la cultura de dicho poblado. Décadas más tarde terminó sus días absorbida por Casa Pedro Domecq, otra vitivinícola aun mayor.
Todavía en los primeros años de este siglo, los descendientes de don Pedro Saro decidieron darle nueva vida al proyecto de una bodega propia. Uno de sus nietos, Jesús Saro Llaguno, cuenta que recuperaron Bodegas Capellanía: Abolengo vinícola que regresa el nombre, todavía disponible, de Bodegas Capellanía.
En cuanto a los viñedos, decidieron ubicarlos en una propiedad del Valle de Paredón que su abuelo había comprado hacia 1980: la antigua hacienda de San Juan de Amargos, fundada en 1750.
Las tres hectáreas originales ya se han convertido en seis, donde además de las tres cepas mencionadas, cuentan con Malbec y Cabernet Sauvignon. Además, tienen uva de mesa y hacen pruebas con Zinfandel y Merlot.
Cuenta con una explanada, junto a los viñedos, utilizada para eventos sociales.
Dentro de los edificios hay algunos dormitorios para grupos de visitantes.
