Descripción:
Desde que uno arriba al pintoresco poblado puede percibir en las farolas y bancas la presencia del metal, y más cuando se entra en los talleres donde primero funden el cobre, después lo cortan en pedazos y finalmente lo martillean al rojo vivo, dándole la forma deseada e inscribiéndole las guras maravillosas que lo distinguen. Así crean jarras, platos, ceniceros y oreros de diferentes tamaños. En cada calle hay talleres y tiendas para detenerse a observar y llevar una obra de cobre a casa.
Ubicación
Santa Clara del Cobre, Mich., México