Descripción:
Plasmar el movimiento escultórico geométrico en México, en un entorno natural, fue la idea que llevó a Federico Silva a crear este espacio. Para ello, convocó a los escultores más destacados de la época y enfocados en el geometrismo estético. Más de un año les tomó el diseño y la construcción del espacio.
El resultado se mira desde el 23 de abril de 1979: un círculo gigantesco de 120 metros de diámetro exterior y 64 esculturas de roca volcánica que representan la imagen cósmica del mundo prehispánico, rodeadas de una serie de módulos rectangulares de cuatro metros de alto.
Un camino a base de losas conduce a una ruta donde, entre la maleza de la zona, aparecen las bellas esculturas: La Corona del Pedregal, de Mathias Goeritz, es una estructura metálica formada por poliedros que figuran una corona.
Variante de la Llave de Kepler resalta por su composición futurista en medio de la vegetación, es obra de Manuel Felguérez.
Colotl es una pieza abstracta de metal, creación de Sebastián que simula a un alacrán.
Coatl es una especie de laberinto cúbico tridimensional de tonos fluorescentes amarillos y anaranjados, al estilo de Helen Escobedo, y representa una serpiente.
Serpientes del Pedregal está hecha de piedra volcánica y es obra de Federico Silva.
Ave Dos fue hecha de ferrocemento pintado de anaranjado; es obra de Hersúa. Ocho Conejo, en ojos de su creador, Federico Silva, representa el principio y el fin como uno mismo.
Ubicación
Espacio Escultórico UNAM, Centro Cultural Universitario, Mario de La Cueva, Universitaria, Mexico City, CDMX, Mexico