Descripción:
Xinantécatl es el nombre del Nevado de Toluca, que significa “hombre desnudo”. Dice una leyenda que fue un sacerdote de nombre Xinan, y al sufrir de amor por la diosa Tlanchana, se abrió el pecho y dejó quemar su corazón. Entonces su cuerpo creció y de su corazón emanó lava, cubrió y quemó todo a su alrededor. Cuando Tlanchana subió al volcán, ella cubrió su corazón y le pidió perdón; así apagó su dolor. Este coloso, guardián de la región, es la cuarta elevación más grande de México. El ascenso es relativamente sencillo, pues el camino de terracería permite llegar casi hasta su cráter donde están las famosas lagunas del sol y de la luna, de tonos turquesa y azul profundo. En ambas se han encontrado restos arqueológicos, de más de 700 años de antigüedad, esto habla de su uso ritual durante la época prehispánica. Tal vez los amantes del alpinismo y la bicicleta de montaña prefieran tomar el camino largo por los senderos del bosque. Si es así, deben dejar el auto en el paraje conocido como Valle de los Venados y desde ahí emprender la subida hasta el cráter. Al llegar a este punto se vislumbran las dos cumbres más altas del nevado, el Pico del Fraile (4,680 metros sobre el nivel del mar) y el Pico del Águila (4,620 metros sobre el nivel del mar). Visitar el Xinantécatl en invierno brinda una experiencia totalmente distinta, sobre todo cuando las nevadas se hacen presentes y otorgan un paisaje blanco a este gran coloso. Solo toma en cuenta que, por la presencia de nieve en el camino, el paso a automóviles se cierra a partir del Valle de los Venados y habrá que hacer una caminata para llegar a los parajes cubiertos de nieve. Acudir para realizar actividades de acondicionamiento también es uno de los usos de esta área natural protegida de 53 mil hectáreas. Es común ver deportistas que hacen rutinas de ejercicio en estas elevaciones del volcán para mejorar su rendimiento físico y como entrenamiento para correr maratones. Incluso hay quienes aprovechan sus ásperos caminos para practicar un poco de motocross.