El Cañón de Nacapule, de un kilómetro y medio de longitud y paredes de 80 metros de altura, se formaron en el periodo Cretácico, donde habitaron los dinosaurios; la zona tiene un ecosistema semi-tropical que aparenta tener un oasis en medio del desierto. Es excelente opción para los amantes de los deportes extremos, porque cuenta con cinco líneas de tirolesas que interconectan con distintos puntos y que te dejará apreciar el paisaje desde las alturas.