Por su historia, su peculiar arquitectura y su ubicación sobre las laderas del volcán de Tequila de cara a la presa de la Vega, Guachimontones es una de las zonas arqueológicas más asombrosas del occidente de México. Su nombre se refiere a sus grandes construcciones cónicas. Como urbe y centro ceremonial fue el más importante de la cultura de Teuchitlán. Se caracterizó por las tumbas de tiro, el palo del volador (con un solo danzante sagrado que imita el vuelo del pájaro en lo alto), la intensa explotación de la obsidiana, las figurillas antropomórficas y la arquitectura de estructuras circulares. Investigaciones recientes han revelado que esta cultura se desarrolló entre el año 350 a C. y el mismo año después de Cristo.