Para conocer Coyoacán hay que iniciar en la calle Francisco Sosa, antes Calle Real. En su esquina con la avenida Universidad está la pequeña Capilla de Panzacola, su ábside semicircular recuerda a los torreones medievales de los castillos europeos. Continuando en Francisco Sosa se llega a las residencias de Miguel Ángel de Quevedo, de Venustiano Carranza y de Octavio Paz, actualmente es sede de la Fonoteca Nacional. Por esta misma calle circulaba el tranvía. Muy cerca está la Plaza de Santa Catarina y la Capilla de Santa Catarina de Siena. Frente a ella, una finca de grandes proporciones aloja la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles.

Tres inmuebles más figuran en el último tramo de la antigua Calle Real: el Instituto Italiano de Cultura, la Casa de Francisco Sosa y la Casa de Diego de Ordaz, considerada por muchos coyoacanenses, la más bonita del lugar.

Ya en el centro de Coyoacán está el Jardín Centenario, la Parroquia de San Juan Bautista, el Jardín Hidalgo y la Casa de Hernán Cortés. Si se toma la calle de la Higuera, al final aparece la Casa Roja o de la Malinche cuya fachada muestra las ajaracas como ornamentación. Enfrente se mira la Plaza de la Conchita, uno de los rincones más acogedores de Coyoacán.

Varios museos complementan este paseo, como el Museo Frida Kahlo Casa Azul, el Museo Nacional de la Acuarela o el Museo Nacional de las Culturas Populares. Un viaje en tranvía también lleva por los rincones más entrañables de este barrio mágico.