Descripción:
La carretera Fronteriza 307, esa que corre paralela al límite con Guatemala, conduce al primer regalo de la selva: la Cascada Welib-Ha. Si existe es gracias al río Chancalá que se mueve entre guarumbos y capulines buscando unirse con el gran Usumacinta. En algún momento su agua cae y lo hace desde una altura de ocho metros. En tiempo de lluvias su cortina blanca se ensancha y asombra, pero todo el año es posible meterse a nadar en sus pozas verdiazules. A su alrededor hay palapas, senderos y área de campamento.
Ubicación
Centro Eco turístico Cascadas Welib Hå, Chiapas, México